Parecía que lo conocía

En un segundo todo, se acabó;
el rostro abajo y sus ojos, ya no abrió;
con un beso el pensaría, que mi pena curaría;
y no sabe que una vida, destruyó.

Una pregunta todo, terminó;
aquella noche en que busqué su voz;
que sería parte de mi vida;
que su vida junto a mi compartiría;
y de un segundo a otro todo terminó.

Parecía que lo conocía;
parecía que si me quería;
pero mi corazón se equivocó.

Allá en el polo Norte, lo encontré;
su voz, su protección, me enamoré;
un arcángel que mandaba Dios;
un tesoro y el me descubrió;
besos, viajes, sexo y llamadas; y un amor.

No fue mi imaginación,
para enamorarse, se necesitan dos.

Parecía que lo conocía;
parecía no me dañaría;
un cuerpo mutilado y un adiós.

Su nombre en el acero me entregó;
por años la muñeca lo llevó;
y con la esperanza que sus manos me lo regresara;
con el miedo en su bolsillo y un dolor se lo guardaba;
y así el acero nunca regresó..

Una burla a mi y a mi familia;
la inocencia y la fe perdida;
mira ahora ya no existe, haz matado a Dios.

Parecía que lo conocía;
parecía siempre me amaría;
las promesas fueron una gran mentira.

Y mi cuerpo pide una explicación;
le has borrado la sonrisa,
se ha enfermado sin una razón;
no mereces ni siquiera esta canción.

No fue una obsesión;
para ilusionarse se necesitó su voz.

Con la culpa en el rostro, no volteó;
las lagrimas, mi alma y el adiós;
fueron mas de cien llamadas,
fueron rezos, ritos y plegarias;
pero nada escuchó a mi corazón.

Y salvar lo que nunca existió;
le creía y no lo entendía yo;
pero al final su voz, me despertó.

Parecía que lo conocía,
parecía que no me usaría;
tantas veces que se lo pedía,
no tenía que dañar mi vida;
yo solo le daba amor.

Parecía que lo conocía;
parecía que no era mentira;
no he salido de la pesadilla;
no tenía que dañar mi corazón;
el solo le daba amor.

No fue un sueño;
para engañar se necesitaba alguien como yo.