Hay que enterrar a la luna

Hay que enterrar a la luna, 
no me abraza más, 
ahora sus rayos son para alguien mas. 

Esa luna traicionera con la que fui a pecar, 
intentando que mi alma a alguien pudiera olvidar.

Hay que enterrar a la luna, 
solo me vino a usar; 
en sus soledades nocturnas, muchas veces me fue a buscar, 
y me daba su calor, 
su brillo me hacía calmar, 
esas noches que mi alma se solía derrumbar.

La luna nunca ha sido mía; 
la luna no tiene piedad;
quise mucho yo a la luna,
pero ahora ya no está.

Hay que enterrar a la luna;
en mis noches ya no brilla más;

si no puedo confiar en ella;

que caso tiene que me mire ya.

Y es que no se quien se ha ido, si soy yo o la luna se va;

solo se que en mi vida su luz ya no brilla mas.

Hay que enterrar a la luna;

hay que enterrar su frialdad.