A primeros de septiembre un grito de un Te Amo a una semana de terminar dirigido hacia una soga con la que me quiso olvidar; condenándome a morir por amar de más a quien creyó super-man, y pasaron meses de encuentros retirados, se topaba en relaciones fantasma en la famosa red social y volvió a burlar el Te Amo, con la sombra que se puso a jugar. Y así cambio toda la historia, en mutismo y metamorfosis la bonita se empezó a borrar.
Al mismo tiempo, susurraba Te Amo, en el mismo minuto, el mismo lugar, y en ambas ventanas en el mismo cielo cada madrugada jugaba a amar, odiar y olvidar.
Y callado, sin nadie saberlo sus orgasmos noche a noche me fue a demostrar, mientras gritaba Te Amo a una sombra, en aquella red social, y en el mismo minuto un Te Amo turbulento de placer enloquecía nuestro “imposible” andar y en el mismo minuto gritaba la sombra Te Amo, envolviéndola en un amor virtual; y vengarse de tantos Te Amo encubiertos que pensó eran irreal, en el mismo minuto y el mismo cielo lo llegó a pronunciar.
Me declaró culpable de sus falsos Te Amo y de su actual supuesta “maldad”, asumo una cuarta parte de responsabilidad.
Herir, venganza, rencor, amor y mucho mas. Cantos vagos a otros oídos y dejando nidos heridos, remojando la inconsciencia y así tragarnos la hiel. La cascada de llanto, odio y rencores que dejó el suburbio de un ayer donde no pudo renacer lo que fue, cuyo territorio infertil no pudo florecer por murmullo de miradas y absurdas razones y el orgullo que lo hicieron titubear, y correr.
No culpo lo que hemos hecho, no soy quien para juzgar, no hay víctimas ni culpables en el fondo del cristal, solo hay te amos, olvidos y heridas arrojados con premura para seguir el camino e intentar olvidar lo que no pudimos conservar.
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