Pude comenzar esa historia a la manera de los cuentos de hadas “Había una vez..” de la manera que cualquiera lo entendería, pero mi historia no es ligera, no todos han perdido alguien querido que llevaba un cordero. Aquellos que comprenden la vida, esto hubiera parecido más real.
Para evitar esto he inventado una caja, donde nadie me pueda ver y me pueda imaginar como realmente desea que yo sea y ahí supe quien realmente puede ver lo verdadero que hay en mi y yo saber lo sincero que hay en ti.
Me lo dijo uno de esos príncipes en los que yo no creo. Nadie pudo ver al cordero, aceptable es que el único que me entendía no lo comprendía, y creo que ni siquiera mi querido genio pudo verlo.
No se puede obligar a querer lo que no es caja.
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