ahí está, tan lejos, pero lo puede tocar,
y tan cerca que lo tiene, no lo puede asesinar.
Y se pierde la noción y siente,
y en enredos del reloj a destiempo
eso ya no existe, está lejos, muerto,
y revive en el presente,
sin pensarlo ni quererlo,
el dragón llega al cerebro.
Afloran decenas de memorias,
de esas no significativas
y le dice, fue hace tanto,
no lo alcanza pero vuelve,
vuelve el despiadado que no se deja matar,
el que aunque hace tanto ha muerto,
siempre tiende a regresar.
Y despierta sin saberlo,
en cualquier momento
y no lo llega a invocar,
visualiza asesinatos,
y no muere,
un susurro se repite, un día se irá,
tal vez otro objeto, otra alma,
o la venganza que ha pensado en realizar.
Vive, camina, corre, vuela y se cae,
levanta la cabeza, ya no es ella,
en su cuerpo lo puede abrazar,
asesina procesos cognitivos y su boca,
asesina un cuerpo que solo quería amar
y renace, duerme, se apaga
y de pronto tiende a despertar.
No espera, pero sabe que algún día,
ella lo hará recordar,
deseará no haberla conocido,
con estos Iris lo voy a mirar,
y con esto y sin suspiro,
el amor ha muerto,
visualiza y un día se hará realidad.
una unica frase... wow!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias Inombrable
ResponderEliminarPoema maravilloso, gracias por compartir. Abrazos!
ResponderEliminarEl amor combinado con odio es más poderoso que el amor.
ResponderEliminarO que el odio...