Duele tanto, duele el músculo,
se ha comprimido, se ha constreñido, oprimido,
el solo hecho de pensar en no volver a oírle, a verle, o saber nunca tocarle,
clava en mi alma una lanza que atormenta mi cabeza,
llegando a la desesperación,
pensamientos asesinos fluyen,
el corazón ya no quiere latir,
pero la razón me dice que tengo que seguir.
Quiere respirar mi corazón
no soporta tanta presión,
solo él podría aliviar la pena de este momento
que conduce a la desolación.
Y este amor que tengo dentro,
no merece ni una carta,
no merece una canción,
ni una lágrima, ni una nota,
ni un dibujo, ni un adios,
pero yo quiero sanar,
encontrar felicidad,
y vomito aquí mi pena,
para que pueda respirar.
Duele tanto un corazón cuando le han abandonado,
duele físicamente, duele el alma, el espíritu se ha ocultado,
el alma se ha hecho pequeña, porque hay miedo,
miedo de saber que no estarás de nuevo con la persona que piensas que amas,
temor a no volver a ser feliz una vez mas,
pánico de revivir de nuevo un abandono y saber que no regresarán.
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